Apuntes de la categoría: Memorias de Batalla
Señora mía, apreciable madre de este fiero combatiente.
Su hijo murió por obra de mis manos
y lo devoré con placer
después del sano despojo (derecho de guerra)
lo destacé (derecho mío).
Sí…
Le arranqué su carne a dentelladas
y después de mucho reposar lo defequé en la tierra húmeda
esa tierra que él quiso arrebatarme.
Allí se lo dejé
hecho mierda
y me negué a la higiene elemental de enterrar el excremento
lo dejé secar -a él, hecho mierda-
al aire libre
para que sintiera vergüenza de verse en tal estado.
Eso sí, murió ocmo un valiente:
su carne pasó a mi vientre
con mucha resistencia…
Aborrecer al que quiso matarte
destazarlo
despellejarlo
arrancarlo
devorarlo
defecarlo…
Mentarle su madre…
Dejar suelto lo que fué:
su carne, su voz, sus sueños..
reducidos a un montón de mierda
que a nadie permitirás enterrar para llenarlo de vergüenza.
Quedarse en la trinchera
en el agujero cavado con las uñas.
no salir
no asomarse
no reír
volverse uno con la tierra
petrificarse.
Estar lejos, a salvo, sabiendo que otros mueren a lo lejos.
Poner distancia a los fragmentos
a la ruina humana
al delirio…
Aguardar a que el sudor se disipe
o se vuelva costra entre la cama.