Amaneció el volcán con casquete
como si su aliento cálido
quedara petrificado en las comisuras de su boca…
Amaneció el volcán con casquete
como si su aliento cálido
quedara petrificado en las comisuras de su boca…
Alguien dice que nuestra pasión volcánica es distante, que no son nuestros, que no sé qué tanto…
para aliviar mi coraje contenido recuerdo a Jorge Portillo:
«Se dicen que no son tuyos pero tú los adoptaste
y es verdad, pues nadie atina,
vecino de otros lugares,
a imaginarte, Colima,
sin cocos y sin volcanes»
Los volcanes están allí, yo también sigo…
Sigue el frío y una sombra en el nevado
más no blanca y purísima
apenas una mancha blanquecina
Para Gregorio Torres Quintero
Yo aprendí a dibujar volcanes
con las manos sin gobierno de la infancia