Todo se dilapida, día con día y sin embargo las cosas siguen como son desde el inicio.
Todo se dilapida, día con día y sin embargo las cosas siguen como son desde el inicio.
Algunos son magníficos en la discusión pero pésimos en la búsqueda de la verdad.
Al ganar pequeños intercambios verbales se retiran satisfechos, empapados en sus propias palabras alejadas de la realidad.
Viven en la trampa de sus propios argumentos.
La mejor forma de lograr el acierto en una profecía es pronunciarla o escribirla después de que ocurra lo profetizado.
La imaginación es una respuesta: la inventamos para sosegar a la mente por todo lo que ignora.
Hace poco comprendí que traigo en mi algo de poesía, pero el mundo a veces tiene la suya y ambas miran las cosas de distinto modo.
Es que el mundo mira cosas que son suyas -que están en sí- y yo las miro desde fuera, desde mi.
Ahora bien, sé que también soy mundo pero ando por allí sintiéndome fuera de él.