Cuidado con mirar hacia el pasado con los criterios del presente. Es una advertencia muy conocida, pero tan fácil de olvidar.
Cuidado con mirar hacia el pasado con los criterios del presente. Es una advertencia muy conocida, pero tan fácil de olvidar.
Quedé de verme con alguien que no recuerdo. Olvidé también el lugar convenido. No es que importe mucho: ya no sé ni quién soy. Si alguien me reconoce ayúdeme a recordar si valgo la pena, al menos lo suficiente para ser recordado.
De vez en cuando llega alguien que propone resolver un problema que no existe. Me imagino que es una extraña técnica de abordaje, recomendada por algún gurú de las ventas, pero no resulta muy efectiva.
El genio, sin una circunstancia favorable y un oportuno estímulo, es sólo una mente extravagante y un corazón indeciso.