Y mientras tanto aquí, donde acaba el oleaje, apelmazando mi arenoso corazón antes que se desmorone y se lo lleve la marea.
Y mientras tanto aquí, donde acaba el oleaje, apelmazando mi arenoso corazón antes que se desmorone y se lo lleve la marea.
Disfrutar la luminosidad de la noche antes que llegue la oscuridad del amanecer.
No hacerle mucho caso al corazón por el riesgo de quedar descorazonado.
Tu amor no debería depender de otra persona: si se lo entregas puede llevárselo si le da la gana.
¿Quién dice que el amor debe ser para siempre? Quizás hay muchas formas de amor, incluso el amor perecedero, efímero y volátil que sólo vive un poco, como el agua que bebes a sorbos de la cuenca de tus manos.