Quien sube al poder por un método especial tiende a trastocar tal método. A nadie le gusta tener las vías expeditas por las que ya se caminó con éxito. Es como subir al piso superior y luego quitar la escalera.
Quien sube al poder por un método especial tiende a trastocar tal método. A nadie le gusta tener las vías expeditas por las que ya se caminó con éxito. Es como subir al piso superior y luego quitar la escalera.
A veces lo que se dice llega a un final que oscila entre lo melancólico, lo reflexivo o lo exultante. Las grandes obras parecen construidas para despertar esa emoción final. Pero al final también aparece la sospecha del engaño. Quizás el éxito artístico sea enmascarar tal engaño para no dejarlo que perdure en el ánimo del incauto.
El colmo del éxito de quien toma el poder por asalto, o casi: lograr que su facción se convierta en un partido nacional.
Tres etapas del poder:
Lo importante es advertir que las tres etapas son recorridas con soltura por el mismo individuo.
El dominio es más eficaz cuando se disfraza.